Este mes de junio hicimos nuestro primer viaje en familia todos juntos y hemos ido a París con los niños! Ha sido una experiencia fantástica y un viaje muy emocionante para todos. ¿Quieres que te cuente qué hemos hecho?
Si no has estado en París antes, te sugiero que te lo tomes todo con mucha calma, porque las distancias son más grandes de lo que parece en el mapa (lo digo por experiencia) y con niños siempre hay imprevistos como «tengo hambre», «tengo sed», «tengo pipí», «quiero un globo», «estoy cansado», «quiero brazos», etc, etc. Te suena, verdad? 😉
Una vez asumido esto, te diré que ha sido un viaje cansado pero muy muy bonito. En nuestro caso habíamos viajado a París varias veces antes de tener hijos y siempre habíamos querido repetir con ellos. Es una ciudad preciosa y con mucho encanto, también para los niños. Y no hace falta ir a Disney para que disfruten del viaje.
Llegamos a París el viernes a media tarde. Nada más llegar al apartamento (que habíamos alquilado a través de Airbnb) dejamos las maletas y nos fuimos directos a la Torre Eiffel. A Nani le hacía mucha ilusión verla así que fue lo primero que hicimos. No teníamos pensado subir con ellos porque en esta época hay muuucha cola (se pueden comprar entradas en la web pero con muchas semanas de antelación) y no te dejan subir el cochecito sin plegar (nosotros íbamos con el Bugaboo Camaleon así que eso no iba a ser posible). Así que decidimos dejarlo para la próxima vez 😉 Pero fue muy bonito ver atardecer por sus alrededores, dar una vuelta en los «caballitos» y volver paseando a casa después de comer un frankfurt.
Al día siguiente fuimos al Museo de las Ciencias y la Industria que es enorme y muy interesante y tiene una exposición infantil chulísima para que los niños experimenten con todo tipo de materiales: La Cité des Infants. Hay una zona para niños de 2 a 7 años y otra de 5 a 12 años. Funciona por turnos de 90 minutos por lo que no se acumula mucha gente y tienes un tiempo fijo para verlo todo. Puedes comprar la entrada online (eso hicimos nosotros) y así ya sabes a qué hora tienes que llegar y cuánto rato estarás.
Nosotros fuimos a la exposición de pequeños y Nani estaba entusiasmado con todo. Era perfecto para su edad (3 años y medio) y sin explicarle nada él iba de una cosa a otra tocando y experimentando. Fue muy divertido.
Está todo muy bien pensado, con carteles que explican a los padres cómo acompañar a los niños, etc. Tiene varias zonas de experimentación pero a mí la que más me gustó fue la de agua. Cuando fuimos nosotros estaba un poco descuidada (había pocos cubos, faltaba alguna pieza) pero como había poca gente no había que esperar casi para poder probarlo todo.
Lo mejor de este museo es que está al lado del Parc de la Villette, una zona muy grande de parque por donde pasa un canal y van pasando barcos, vuelan cometas, etc. Un sitio genial para descansar, jugar, correr y despejarse, sin dejar de disfrutar de los encantos de esta ciudad.
De vuelta a casa paramos en el funicular de Montmatre y subimos al Sacre Coeur para disfrutar de las vistas merendando un crepe de Nutella 😉 No tuvimos tiempo de pasear mucho por el barrio (cosa que os recomiendo si no habéis estado nunca) pero no queríamos perdernos al menos eso 🙂
Lo bueno de ir con los dos tan pequeños es que podían turnarse el cochecito y a ratos también los llevaba en el portabebés. Tenemos uno que sirve hasta 15kg así que también podía llevar a Nani a ratos y eso nos permitía seguir avanzando cuando los dos estaban cansados.
El domingo fuimos a Misa a Notre Dame que a Nani le gustó porque le habíamos contado la historia del Jorobado jeje. Al salir comimos por la zona y mientras los peques hacían la siesta fuimos paseando hacia los Jardines de Luxemburgo, que no conocíamos pero había leído que era un buen sitio para familias.
Y realmente vale la pena. Es un jardín precioso (ideal para hacer foto de familia), con sillas de esas que están en tantos parques de París para poder descansar, tomar el sol y con zonas muy apetecibles también para los niños.
La atracción principal: el estanque con barquitos para navegar. Por 3€ te alquilan un barquito de vela para empujarlo por las orillas del estanque y a los niños les encanta. Parece muy tonto pero la verdad es que tiene gracia, porque con el viento cada barco va hacia un sitio diferente y nunca sabes en qué orilla acabará.
Para acabar el día cogimos un batobus para dar una paseo por el Sena (cosa que tampoco habíamos hecho nunca y ya teníamos ganas). No es barato pero la gracia es que puedes bajarte y subirte tantas veces como quieras durante el día, y visitar así las grandes zonas turísticas que están a orillas del río (la Torre Eiffel, el Louvre, Notre Dame, etc) Yo me arrepentí de cogerlo por la tarde porque no tuvimos tiempo de aprovecharlo, pero para la próxima ya sabemos que vale la pena comprar el ticket por la mañana y así lo amortizas más.
Espero no haberos agotado tanto como acabamos nosotros al volver del viaje jaja Como veis hicimos planes simples que fueran asequibles para que aguantaran todo el tute y creo que lo aprovechamos bien. Cuando vas con niños te pierdes otras cosas pero valió la pena, fue un viaje súper especial y espero que podamos volver pronto 🙂
M’ha encantat. Gràcies!!
Me n’alegro! 😉