Como os expliqué en el primer post, uno de mis propósitos de este año es mejorar mi fotografía. Y me refiero a practicar con una cámara de verdad. El iPhone va muy bien para capturar instantes del día que quieres recordar más adelante y es muy útil para conseguir sacar una sonrisa a tu peque porque está más que acostumbrado a ver el móvil en tu mano. Pero cuando sacas una cámara de verdad, con la que tienes que enfocar al pitufo cada vez que se mueve (y los niños se mueven MUCHO) y jugar con la luz, etc. la cosa se complica. Y ahí es donde quiero mejorar.
Así que el otro día cogí prestada una buena cámara y senté a mi niño en el sofá con una galleta, con la esperanza de que eso le mantendría quieto por un rato. Había olvidado que a este niño no hay quien lo pare porque parece que tenga un petardo en el trasero 😉 Como decimos en casa es un «cul-inquiet» jeje
Ya os digo que no fue fácil, y pude constatar que necesito mucha práctica (hay alguna un pelín desenfocada 🙁 ), pero a pesar de todo he podido rescatar algunas fotos que transmiten lo buena que estaba esa galleta y lo mucho que le gusta moverse a mi hijo. Aquí las tenéis:
Ya os iré enseñando mis progresos a medida que vaya practicando más. De momento espero haberos sacado una sonrisa con esta pequeña muestra 🙂 Happy weekend!
Pero qué guapo!!!!