Tal como prometí, este fin de semana he vuelto a sacar la cámara y esta vez hemos ido a un parque muy chulo cerca de casa aprovechando el solecito que hizo el domingo. Lástima que fuimos un poco tarde y aún teníamos que volver a casa a hacer la comida de los tres… Pero el próximo día iremos con picnic para disfrutarlo más porque el pitufo se lo estaba pasando bomba y a nosotros se nos hizo corto para poder jugar un rato con él y aprovechar también para sacarle fotos, etc.
El Turó de Can Mates ya es un sitio mítico en Sant Cugat y que da mucho de sí, porque tiene mucha zona de paseos y buenas vistas y también hay un par de parques para niños con zonas de juego originales que les encantan. El domingo por la mañana estaba lleno de familias paseando, jugando y disfrutando del aire libre que nos va muy bien a todos.
Además, en la zona donde estábamos hay un huerto muy chulo y una casa medio en ruinas que dan un ambiente muy rural, a pesar de estar al lado de una zona urbana.
Ignasi disfrutó paseando a sus anchas por debajo de la casita del tobogán y jugando con todo lo que había ahora que ya anda bastante bien. Se pegó varias tortas contra el suelo, eso sí, porque es muy lanzado y todavía no domina la técnica, pero no se quejó nada y siguió jugando tan tranquilo. Si os fijáis en sus rodillas, se llenaron de tierra en el minuto uno de llegar al parque jeje
No fue fácil sacar buenas fotos, con tanta luz no podía ni ver la pantalla para ver cómo iban quedando… Algunas más claras, otras más oscuras… Y mientras tanto padre e hijo se lo pasaban bomba haciendo bromas y volando por los aires 🙂
Lo repetiremos un día con menos frío y así retomaremos nuestra costumbre de llevarnos tuppers y comer de picnic en lo alto del turó, que tiene unas preciosas vistas tanto de Montserrat como del Tibidabo por el otro lado. Antes lo hacíamos mucho, incluso en días entre semana, aprovechando la pausa del trabajo para comer, y así Ignasi vuelve al despacho mucho más despejado. Os animo a visitarlo si no lo habéis hecho aún! 😉