Hoy hace dos años que nació nuestro querido Pep. Y como en tantas ocasiones, aprovechamos para hablarlo ayer con Nani. «Mañana es el cumple de Pep y le harán una fiesta en el Cielo» Estas fechas son importantes para nosotros y quiero que también lo sean para mi hijo.
¿Os habéis planteado alguna vez cómo vivir el duelo con los niños pequeños? Es un tema difícil, a menudo evitado, pero creo que muy importante hablarlo. No sólo en situaciones como la nuestra, sino de forma habitual. A todos los niños les llega el momento de enfrentarse a una situación difícil (la muerte de un abuelo, un tío o un conocido). Y hoy os quiero hablar de nuestra experiencia con Ignasi (Nani).
Nani tenía 19 meses cuando murió su hermanito. Era espabilado para su edad pero todavía hablaba poco y lógicamente no entendía muy bien de qué iba la cosa.
En esos 3 meses y medio desde que nació Pep, había aprendido básicamente que tenía que tener cuidado con el tubo de la nariz (la sonda nasogástrica por donde le entraba la leche) y aparte de eso para él era un bebé normal. No le había gustado la temporada de hospital, eso seguro.
Cuando después de un mes en casa, tocó volver a ingresar a Pep para una operación, Nani ya sabía de qué iba la cosa. Conocía el hospital, la sensación de que sus padres se pasaba allí todo el día, y sobretodo se había acostumbrado a tener a Pep en casa y obviamente le tenía mucho cariño.
Había empezado a ir a la guardería por las mañanas y tenía su rutina. Eso lo hizo más fácil todo.
Por una parte era pequeño para entender muchas cosas pero por otra se enteraba lo suficiente como para tener que explicarle lo que pasaba y echarlo de menos y preguntar por él.
Eso era lo que más me dolía los primeros días. Cuando terminó el funeral fuimos a comer a casa de mis padres y por la tarde volvimos a casa. En ese momento Nani preguntó por Pep y a mí se me cayo el alma a los pies. Pensé «como sea así todos los días no voy a poder parar de llorar». Pero gracias a Dios los niños se distraen fácilmente, y cada vez que preguntaba le contestábamos con cariño que ahora Pep estaba en el Cielo con los angelitos y cambiábamos de tema y se quedaba tranquilo.
Cuando fue más mayor, y hablaba mejor, un día me preguntó si podíamos ir a buscarle. Ojalá! Desde entonces me imagino a menudo cómo sería volver a tenerlo un día en casa.
Más adelante nos ha ido preguntando cosas más ‘profundas’ y siempre tratamos de responderle la verdad: por qué murió, por qué estaba enfermo, cuando ve las fotos pregunta por qué llevaba electrodos en el pecho (y le explico ‘te acuerdas que estaba enfermo del corazón? Pues le ponían eso para saber que estaba bien)
Últimamente una pregunta recurrente es si va a volver a nacer de mi barriga (ahora que ha entendido que los bebés salen de la barriga de las mamás) y le explico que no, que ahora mamá no tiene ningún bebé en la barriga y que de todas formas Pep ya no volverá a nacer.
Y siempre le explicamos con naturalidad y mucho cariño, hablando de nuestros sentimientos para que sepa que también le echamos de menos y también nos ponemos tristes a veces. Pero estamos tranquilos porque en el cielo le cuidan muy bien y él está muy feliz.
Creo que lo más importante es eso: la naturalidad.
Los primeros días intentaba no estar todo el tiempo llorando delante suyo pero algunas veces sí lo hacía, para que entendiera cómo nos sentíamos y supiera que él también podía estar triste. Creo que hemos de enseñarle que no está «mal visto» llorar o mostrar debilidad. Es normal. Es humano.
Eso es algo que ahora se habla mucho, sobretodo con el tema de las rabietas de los peques. Que es importante validar los sentimientos, decir en voz alta lo que sientes y lo que crees que puede sentir el niño en un momento difícil. Porque los niños muchas veces no saben expresarlo (a parte de llorando o gritando). Si no les enseñamos no saben lo que es la tristeza, la rabia, el dolor, la envidia… Sentimientos que todos experimentamos y hemos de aprender a canalizar para que no nos dominen.
En nuestra casa tenemos fotos de Pep colgadas, hablamos de él de vez en cuando, le cuento a Nani cosas como «este jersey que lleva Alegría era de Pep» y así lo tenemos presente.
Creo que todo esto nos ha ayudado a nosotros y a él a llevarlo lo mejor posible 🙂
PD: podéis leer más sobre vivir el duelo en mi post «Seguirem vivint«
Que bonito Ágata, a la par que triste. Como consigue una mantenerse serena y explicar algo con sentido a un niño pequeño reprimiendo a la vez las lágrimas? Tiene que ser verdaderamente difícil. Creo que lo haces muy bien con Nani y Alegría, eres una gran madre
Pues al principio era lo más difícil, ahora ya lo hablamos con naturalidad y con ilusión al recordarle. Gracias 😉
Precioso, y emotivo. Y es verdad, con naturalidad todo es más real, y mejor. Qué duro tiene que ser perder un hijo, y necesario el duelo. Estoy segura de que cuida de vosotros ahí donde está. Un fuerte abrazo!!
Gracias!
¡Qué suerte tuvo Pep! ¡Qué familia tan valiosa le tocó! ¡Cuánto amor recibió y cuánto amor os devolverá desde el Cielo! Un diez para la gestión del duelo con tu hijo. No imagino un mejor enfoque. Sin duda crecerá con una gran madurez y un buen entrenamiento para enfrentarse a esta vida. Destaco lo que comentas de que es bueno que los hijos vean que los papás también sufrimos. Es fundamental puesto que a ellos también les tocará y en esta vida la felicidad no la alcanza el que menos sufre sino el que mejor sabe canalizar ese sufrimiento. Sois unos padres maravillosos. Admiro vuestra fortaleza y vuestro saber estar a pesar de las circuntancias. Sin duda Dios os premiará con creces. Un abrazo inmenso y gracias por compartir tus vivencias
El tiempo dirá, pero por ahora creo que lo está llevando muy bien y esta experiencia puede fortalecerle mucho.
Gracias por tus palabras! Encantada de compartir
Para los niños es un tema, Lya ahora lleva un año que pregunta mucho por mi madre 8su abuela que no conocio pero ve en fotos), hace unos meses se murio mi abuela y para ella esta siendo algo dificil de enterder y a la vez natural…nacemos cremcemos nos hacemos viejos y morimos y vamos al cielo y algunos dias sin venir a cuento me pregunta cosas como que cuando van a bajar del cielo, que si nos ven desde alli, q q estan haciendo q si estan contentas….
Eres una valiente. bs
Es gracioso cómo funciona la mente de los niños, a veces tienen unas ocurrencias! A veces Nani saca unos temas de conversacion que pienso «qué estaría pensando para llegar a esto?» jaja pero eso es genial, porque lo viven todo con más naturalidad que nosotros si les enseñamos 😉
Agata. He leído tu post con lágrimas en los ojos pero a la vez con mucha ternura por como estáis afrontando una situación asi. Yo vi morir a mi hermana pequeña y tuve la suerte de tener unos padres que también nos lo explicaban con naturalidad y mucho cariño a pesar de la dureza de la situacion. Y creo que eso en la vida une de una manera muy especial. Me encanta leerte. Un beso enorme.
Gracias Katerina, y lo siento por tu hermana, también debió ser duro para vosotros. Un beso!